¿Qué tan extraño sería hacerme novio de una mujer que esté embarazada por otro?
Ayer le di mil pesos a una jovencita embarazada que era muy linda y me dio mucha ternura. Se acercó a pedirme limosna y le propuse darle el dinero si aceptaba acompañarme a comer a una pizzería. Me contó la historia habitual: “un tipo la preñó y luego desapareció, no tenía apoyo y necesitaba desesperadamente conseguir trabajo”. Sin dudarlo le dije que yo podía hacerme cargo de ella y el bebé si aceptaba vivir conmigo como mi joven esposa. Habría sido conveniente para ambos dado mi celibato involuntario y su extrema necesidad. Me miró muy extrañada y me preguntó si le estaba proponiendo tener intimidad, le dije que sí, pero que también quería toda la experiencia completa de felicidad conyugal, que podíamos hacerlo de forma legal con matrimonio civil y registrando al bebé como mío. No dijo nada. Pero entreví el rechazo en su linda carita y apenas me levanté a pagar, desapareció. De haberme dicho que no abiertamente, le habría dado otros mil pesos y mis mejores deseos sin pedirle nada a cambio. Quizá la respuesta a mi dilatada añoranza es apuntar a chicas embarazadas que estén muy desesperadas. Podría colaborar con una institución de apoyo a jovencitas en gravidez hasta encontrar a una que sea bonita y dócil y que esté esperando a una niña (podría amar a una hija aunque fuese de otro). Sería un lugar extraño para buscar novia, pero ya agoté todas las otras opciones sin tener ningún éxito.