Un adolescente con acceso a Internet puede generar más dinero en un mes que 100 obreros juntos… y eso es un problema

Vivimos en una era donde un adolescente con una laptop y acceso a Internet puede hacer en un mes lo que 100 obreros sudando bajo el sol generan en el mismo tiempo. Un niño de 16 años con una cuenta de YouTube, un curso de trading o simplemente vendiendo imágenes generadas con IA puede hacer más dinero que alguien que trabaja 12 horas diarias levantando ladrillos.

Y antes de que empiecen a llorar los defensores de la “cultura del esfuerzo”, aclaremos algo: el mercado no premia el sudor, premia la inteligencia. Mientras más rápido lo aceptemos, más rápido dejaremos de romantizar trabajos que no son más que explotación disfrazada de “dignidad”.

Si el mundo recompensa más a alguien que streamea videojuegos desde su casa que a un tipo que construye casas, tal vez el problema no es la tecnología… sino que vivimos en un sistema donde el esfuerzo físico cada vez vale menos.

¿Es injusto o simplemente la evolución del mercado?