Enseñar es una pesadilla
Soy profesora de kínder y, como necesito más experiencia, solicité una pasantía, pero creo que no estoy hecha para esto. Los niños vienen cada vez peor, con TDAH, y sin que los padres les pongan límites. Yo, trabajando de auxiliar, me la pasé terrible; ni me imagino a la profesora titular, que tiene hasta carga administrativa. Ahora ya sé por qué la gente se está saliendo de enseñar. Ni siquiera se pueden dar clases bien porque siempre hay uno o dos niños a los que sus padres ni les ponen atención, lo que hace que sea más difícil enseñar.
Qué cansado. Hablé con una amiga de esto y ella me dijo que me faltaba vocación, pero, pues, a ella solo le ha tocado trabajar con niños regulares. (Necesito el dinero de la pasantía y por eso acepté, aunque me habían advertido sobre el niño).